8 frases que muchas veces decimos las mujeres y son machistas
No hace mucho se celebró el Día Internacional de la Mujer, fecha utilizada para visibilizar los problemas que tenemos las mujeres solo por ser de este género. Problemas que se están combatiendo y que, a pesar de que la sociedad ha avanzado en muchos sentidos, todavía quedan muchos cabos sueltos a los que hay que prestarles atención con el fin de que se pueda lograr una situación de equidad de derechos y oportunidades entre los géneros.
El feminismo no es el antónimo del machismo, ya que el feminismo no busca imponer la “superioridad femenina”, sino que busca resaltar las situaciones de injusticia social donde los hombres tienen ventajas sobre las mujeres. No se trata de decir que las mujeres son mejores, sino de exigir un trato equitativo con oportunidades justas sin importar el sexo del que seas.
En cambio, el machismo ha estado arraigado por tanto tiempo y ha sido alimentado tanto por hombres como por mujeres que no conocen -o no comprenden su valía- o la importancia de su papel en nuestra sociedad. Las mujeres que tienen conductas machistas necesitan levantar su autoestima y saber que el sexo al que perteneces no te hace mejor o peor persona y tampoco debería traerte desventajas ante el otro.
El machismo no siempre está a la vista de todos. Puede parecer que sí, pero en demasiadas ocasiones es como una pequeña película transparente que se cierne sobre la vida cotidiana, haciéndose difícil de identificar en aspectos donde es tan sutil que nos hemos acostumbrado. Esta es una situación bastante común en Latinoamérica y se ha vuelto una problemática porque si no podemos ver dónde está el problema ¿Cómo podríamos erradicarlo eficazmente?
A continuación. encontrarás algunas frases comunes que habrás escuchado decir a otros/as en más de una ocasión y que quizá tú también has dicho sin darte cuenta del machismo que está implícito en ellas:
-“No chico, deje eso ahí, para eso hay mujeres en la casa”:
la masculinidad del hombre no disminuye por ser útil dentro del hogar y la feminidad de la mujer tampoco se incrementa por servirle a los del sexo opuesto.
-“Vestida de esa manera, es su culpa lo que le pasó”:
las víctimas de violación muchas veces tienen que escuchar esta frase, como si su atacante no tuviera raciocinio y solo respondiera sin pensar ante lo que él considera estímulos. La responsabilidad no debería ser transferida a la víctima en el afán de exentar al hombre del uso de sus facultades (como pensar antes de actuar).
–“Si no sabes cocinar no estás lista para casarte”:
los deberes del hogar no deben ser responsabilidad exclusiva de la mujer, así como la provisión ya no es responsabilidad del hombre. Son deberes que se comparten y cada matrimonio decide por mutuo acuerdo la manera en que lo hace.
Si una mujer elige trabajar incluso teniendo hijos, es respetable y los demás no deberían opinar al respecto, lo mismo si decide quedarse en casa o trabajar desde la misma. Si te interesa esta última opción, mira en Gananci este listado de negocios que puedes emprender desde casa.
-“Las mujeres no se sientan con las piernas abiertas” o “Una mujer se ve fea fumando/bebiendo”:
a los hombres nadie les dice cómo sentarse. Por otro lado, los hábitos que no son saludables aplican para cualquier ser humano, sin importar su género y la razón por la cual no son recomendables para nadie no es precisamente por cómo luce haciéndolo, aunque yo nunca he escuchado decir “¡Qué feo se ve un hombre con vicios!”.
-“Seguro estás en tus días”:
otra frase que demuestra condescendencia machista. En pleno 2018 muchos lo siguen diciendo a broma -o en serio- incluso en campos donde nuestro ciclo menstrual -a pesar de que si afecta- no debería formar parte de la discusión.
-“Deberías casarte, se te va a pasar el tren”:
porque resulta que a las mujeres después de cierta edad está bien considerarlas “viejas”, pero un hombre mayor que ha decidido no casarse simplemente es tratado como un héroe por no dejarse atrapar ¿Ves la diferencia? A nadie se le pasa el tren, cada persona tiene la libertad de vivir su vida y procesos al ritmo que le plazca.
-“Si se viste así, no debería quejarse de que le digan cosas en la calle”:
la mayoría de las mujeres no se viste para acumular piropos y de hecho, la mayoría de ellas nos sentimos irrespetadas e incomodadas cuando los recibe. Así creas que es un halago no es necesario decirlo, las mujeres no nos vestimos pensando en cuál será la opinión que nos darán los hombres de la calle al vernos.
-“Ella me quitó a mi marido”:
recuerda que las personas no son objetos, tenemos capacidad de razonar, así que nadie tiene la potestad de quitarte a nadie si el otro en cuestión no está de acuerdo. Se vuelve a presentar el afán de quitarle al hombre la responsabilidad que tiene en las situaciones donde él se encuentra enteramente involucrado.
Y así esta lista pudiera seguir hasta hacerse prácticamente infinita. No se trata de quejarse o hacernos las víctimas en todo, sino de darnos cuenta del poder del lenguaje y de cómo hemos influido con nuestro apoyo en que el machismo siga siendo una práctica común hoy en día.