Día del Maestr@: Recuerdo a la primera maestra de Lomas de Zamora, Catalina Rodríguez
Mañana se festeja el día del maestro como homenaje a Domingo Faustino Sarmiento que falleció el 11 de septiembre de 1888. El Himno
a él dice “…por ver grande a la Patria tu luchaste, con la espada, con la pluma y la palabra…” la palabra para educar en derechos y deberes. Han crecido mucho los derechos pero se están perdiendo los deberes. Deberes morales y en ellos va este recuerdo a la primera maestra de Lomas de Zamora, Catalina Rodríguez que, junto a su hermana vivieron en la casa de Manuel Castro 176, hoy demolida, aunque estaba dentro del área de protección visual. Catalina y su hermana Clemencia dieron clases a las niñas del Pueblo en dos habitaciones de la Casa de las Tres Esquinas que estaba en
Pereyra Lucena e Hipólito Yrigoyen, hoy una estación de servicio. Aunque no era maestra recibida tenía una fe inquebrantable por la cual quería “…iniciar a los niños de las chacras de Zamora en el ejercicio de un ordenado conocimiento escolar del que carecen”.
Para esos años las niñas se educaban aprendiendo a leer, recitar poemas, sumar y restar para llevar las cuentas del hogar, bordar y coser. Pocas eran las maestras recibidas y era importante poder educar a tanto niño en este pueblo que comenzaba con pujanza a surgir. Al fallecer la esposa de Carlos Croce, primer maestro también de estas tierras, Catalina y su hermana se hicieron cargo de la crianza y educación de sus hijos.
Clemencia fue monitora de la Escuela de las Tres Esquinas, subvencionada para asegurar su sostenimiento. Francisco Portela 1er Juez de Paz gestionó la subvención y la nombró Preceptora oficial. Los varones concurrían a la escuela armada en la Quinta Los Leones, propiedad de Don Esteban Adrogué, hoy Monumento Histórico Nacional, ubicada entre las calles Alvear, Carlos Croce, Las Heras y Monteagudo, hasta que en 1861 se trasladó el solar de Manuel Castro y Sáenz, fue conocida como la Escuela de la Plaza.
Al cumplir Catalina 80 años se le hizo un sentido homenaje con la presencia de todos los alumnos que a través de los años recibieron educación tomados de su mano. La concurrencia fue increíblemente emocionante. Un mes después, muy deteriorada su salud, falleció.
“Gloria y loor, honra sin parar…” para todos los maestros que día a día educan a nuestros hijos a pesar de…
Margarita Casas
Museóloga
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