Cuando tenga tiempo (Victoria Martinez)

Victoria Martinez

¿Cuántas veces has pensado: «cuando tenga tiempo haré esto o lo otro, iré a tal sitio, leeré aquel  libro, me dedicaré a escribir, a pintar o a tocar la guitarra»?

Ya sabes a qué me refiero.  Sí, justamente eso que estás pensando.

Pueden ser cosas simples, como ordenar las fotos, reorganizar los ficheros de tu ordenador, pasar todos tus contactos a la misma agenda, anotar todos los cumpleaños de amigos y familiares, recopilar la música que más te gusta…; o cosas más complejas, como visitar algún país, apuntarte en clases de yoga, empezar a escribir tu libro, hacer ejercicio con regularidad, aprender a meditar, hacerte tu web, apuntarte a un curso de fotografía, dejar de fumar o tirarte de paracaídas…

Suele ser algo que aparece periódicamente en tu vida pero que acaba archivado en la carpeta de «algún día».

¿De verdad crees que es por falta de tiempo?

Mi intención con este artículo es hacerte reflexionar, molestarte un poquito y sacarte de tu «zona de confort».

A veces la falta de tiempo «esconde» otras razones que no nos gustan o no queremos reconocer.

A ver si  te identificas con alguna:

Falta de organización. ¿Te suena? Todos queremos ser organizados pero, qué poco nos dura. A veces todo se queda en la intención.

Yo me considero organizada por «obligación» y es que si no lo fuera, el estrés acabaría conmigo. Y eso no entra en mis planes.

Utilizo mi agenda de tareas y cada día empiezo por la más incómoda, para quitármela de encima. También me «distraigo» pasando a hacer otras tareas más placenteras, me excuso diciéndome que me sirven de relax. No siempre consigo ser disciplinada, pero lo procuro.

Miedo a empezar algo. Esta quizá sea más difícil de detectar. A veces no empezamos lo que queremos porque pensamos en: el qué dirán,  no tengo tiempo, no seré capaz, ya no tengo edad para empezar, otros lo hacen mejor…

Todo esto nos sirve de excusa perfecta para no hacer nada de lo que tenemos en mente.

Para «curar» esto, pienso que mi tiempo es limitado. Que si no lo hago, me iré sin hacerlo y dejaré de haberlo disfrutado. También me motiva el ver que otras personas hacen lo que yo quiero. Una de mis frases favoritas y que repito mucho: «Si otros pueden, yo también.»

Estar «ocupado» con lo urgente. ¿Las  tareas que consideras urgentes son de verdad importantes? Sé que suena raro, pero te voy a poner un ejemplo y lo vas a ver muy claro. El ejemplo es esta frase: «No es urgente decirle a alguien que le quieres, pero sí es importante».

Aquí te dejo algunas sugerencias que pueden ayudarte a que tu tiempo, del día a día, te cunda más y puedas dedicarle un rato a lo que siempre has querido:

• Lleva tu agenda y anota todo lo que tengas programado hacer, también los imprevistos. Se trata de saber dosificar qué hacer y qué dejar de hacer. A mí me funciona poner colores a las tareas según su prioridad, y no saltármela.
• Aprende a decir «no». Ya sabes: «Quien mucho abarca poco aprieta».
• Anota la hora en la que te «enganchas» a las redes sociales y la hora a la que terminas. Ya sé: «el tiempo pasa volando».
• Haz cada día algo que te haga sentir que estás aprovechando tu tiempo, que estás avanzando en la tarea u objetivo que tengas entre manos.
• Empieza por lo «incómodo» a primera hora, se soporta mejor.
• Silencia el teléfono, si no estás esperando ninguna llamada urgente, mientras estás concentrado en algo.
• Cambia de actividad si llevas mucho tiempo enfrascado en la misma tarea.

Haz lo que tengas que hacer ¡ya!, no lo dejes un día más «para mañana». Muchos «mañanas» hacen toda una vida. 

artículo de Victoria Martinez – del Boletín «Éxito a los 40» – 15 de enero 2014 – nº 2014-116