Meditación, el secreto contra el estrés ( por Marisa Cortéz)
No solo se trata de sentarse y respirar profundo, sino de literalmente alcanzar un estado alternativo del funcionamiento cerebral que baja el estrés y mejora la calidad de vida, previniendo enfermedades. Existen numerosas escuelas y métodos para elegir
Escuchamos a menudo decir a las personas que trabajan, sobre todo en grandes centros urbanos, que ansían paz mental y que parece imposible lograrla hoy en día. Esa paz mental no parece ser lo mismo que lo que llamaríamos una “conciencia tranquila”: podemos ser las mejores personas del mundo y no poder parar el ritmo de nuestra mente; y así, nos damos cuenta de que cometemos errores, nos olvidamos cosas, nuestros músculos se agarrotan o nos cuesta dormir.
La meditación es uno de los recursos a los que se puede recurrir para aliviar estos síntomas que, a fin de cuentas, tienen una sola causa: estar distraídos pensando en lo que fue, lo que va a ser, lo que podría ser, lo que dijeron otras personas, lo que tenemos pendiente; y no, viviendo el momento presente. Cuando nuestra mente camina todo el tiempo hacia adelante o hacia atrás en el tiempo, no estamos atentos a lo que está sucediendo ahora.
La base de la meditación es ir enseñando a la mente a estar presente, a entrar en un estado alternativo que la ciencia recién comienza a descubrir, aunque se conoce en Oriente hace por lo menos mil años. Durante siglos, la meditación estuvo asociada a la religión, la espiritualidad y lo ritual, incluso en la Iglesia Católica. Pero desde hace unos cincuenta años que es estudiada por los científicos occidentales y hoy se habla mucho de ella en las neurociencias, porque los resultados indican que meditar ayuda no solo a descansar la mente y alejarla del estrés; sino también, a mejorar su capacidad y además, a ser más eficientes y felices.
Las técnicas de meditación pueden aprenderse en escuelas diversas pero en todas ellas se insiste en la necesidad de la práctica diaria, lo importante es crear el hábito. “En pocos días se notan los cambios en el ánimo, el sueño y el manejo del estrés. Finalmente, nuestra mente estará calmada todo el tiempo, porque nuestra conciencia se mantendrá en un estado meditativo; alegre, con energía, pero calmada”, comenta la maestra budista Kelsang Rinchung.
Métodos para todos los gustos
En los niveles iniciales, la meditación implica quedarse quieto por unos minutos, desconectarse del mundo y proponerse hacerlo con regularidad, para crear el hábito y empezar a crear una huella en la mente. Existen numerosas técnicas y escuelas donde aprender en nuestro país, incluso links gratuitos en internet de organizaciones internacionales reconocidas, para bajar música y los llamados “ tutoriales” que guían a la persona paso a paso en su aprendizaje. También se puede elegir una escuela; las hay gratuitas y aranceladas. Estos son solo algunos de los métodos más conocidos.
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Meditación trascendental: El gurú hindú Maharishi Mahesh Yogi fundó en 1958 su propia Técnica de Meditación Trascendental (MT) la que según sus propios escritos es una técnica de relajación que sirve para mejorar la calidad de vida del individuo y la sociedad. En 1970 Robert Wallace, neurofisiólogo, demostró que la técnica de la Meditación Trascendental producía un estado de profundo descanso. Fue el primer método en hacerse famoso ya que en febrero de 1968 Los Beatles visitaron la India para hacer un curso avanzado en el ashram del Maharishi Mahesh Yogi. El interés de la banda en el Maharishi influenció el cambio de actitudes en Occidente acerca de la espiritualidad de la India. El método tiene siete pasos y consiste en alcanzar el descanso profundo de la mente mediante la repetición de un mantra o sonido.
- Budista: El budismo es hindú, pero se desarrolló también en China y Japón. La meditación desde el budismo
“es una acción mental -explica Kelsang Rinchung, del Centro Kadampa de Budismo Moderno en Buenos Aires – cuya naturaleza es de concentración convergente: aprendemos a enfocar nuestra mente para percibir, sentir, interpretar y actuar de la forma más beneficiosa posible”. Para esta escuela, “es mejor meditar en una mente de amor y compasión hacia los demás por pocos minutos que poner la mente en blanco por una hora. Si queremos ser felices, necesitamos crear las causas de la felicidad.” El budismo zen, por su parte, tiene un método de meditación conocido como zazen o meditar sentado, de los que hay centros diseminados por todo el país.
Mindfullness: no abarca solo una forma de meditación. La palabra significa prestar atención de manera conciente a la experiencia del momento presente con interés, curiosidad y aceptación. Jon Kabat-Zinn, conocido como referente mundial, introdujo esta práctica hace más de 30 años, para el tratamiento de problemas físicos, y psicológicos, dolor crónico y síntomas asociados al estrés.
Para este método, la capacidad de estar atentos al momento presente es innata pero se ve nublada por nuestra forma habitual de funcionamiento. “ Se trata entonces al principio de aprender a parar, detenerse y observar lo que ya está presente aquí y ahora (sensaciones físicas, pensamientos y emociones). Por otra parte, se comienza a trabajar de manera conciente con nuestra propia visión del mundo, para luego, si es posible y así lo decido, comenzar a cambiarlos,” explica uno de sus referentes en el país, Santiago Nader.
SUM: Es una campaña perteneciente a la Brahma Kumaris World Spiritual University, ONG educativa con status consultivo en UNICEF. Mediante enlaces en internet propone meditaciones y visualizaciones que duran solo un minuto, de ahí sus siglas. Da la posibilidad de integrar a nuestra actividad diaria una serie de ejercicios que puedan ayudarnos a restaurar la paz mental, incrementar nuestro poder de concentración y energizarnos espiritualmente.
http://www.espiritualidadparatodos.org/
La explicación neurocientífica
Se descubrió que existe un estado alternativo de la mente, más allá del sueño y la vigilia; que no se la pasa evaluando ni escapando, en el pasado o en el futuro, sino relacionándose de manera directa y con toda la atención en las experiencias que estamos viviendo en el presente. Este modo alternativo se encontró solo en personas que habían sido entrenadas en técnicas de meditación.
En modo alternativo se observa un incremento de actividad en todas las regiones que procesan lo que sucede en tiempo presente, sensaciones físicas y emociones. También aumenta la actividad del área que controla la atención. Según estas investigaciones, a todos aquellos no entrenados en alguna de estas técnicas o similares, les resulta casi imposible activar este modo alternativo sin tener interferencias de dialogo interno, críticas, viaje por el tiempo, etc.
Marisa Cortéz