MUJERES QUE HACEN LA DIFERENCIA
Norma Ospital
A Norma Ospital no se le escapa ningún detalle. Recorre permanentemente el salón de exposiciones de su clásico local de Adrogué, donde tiene sus oficinas, atiende el teléfono, saluda a los clientes, conoce a cada uno de sus empleados. Alguna vez la tragedia golpeó a la familia Ospital pero lejos de dejarse vencer, Norma y sus hijos fortalecieron la familia y buscaron justicia incansablemente.
Con los años, y gestionada con esfuerzo y dedicación por Norma y sus hijos, la empresa creció para transformarse de un deposito dedicado a la provisión de materiales de construcción a ser sinónimo de seriedad comercial.
Le preguntamos a Norma Ospital por qué habría que recomendar a una joven pareja próxima a contraer matrimonio que haga su lista de casamiento en su empresa.
Siempre repito lo mismo: el ser humano hace, crece y se reproduce. Y nosotros los acompañamos desde nuestra experiencia. Ante la posibilidad de tener un techo propio en nuestra empresa van a encontrar no solo todo lo necesario para concretar esa posibilidad desde lo material sino un asesoramiento integral que podemos brindarles desde nuestro lado profesional y desde lo humano.
Parte de la alegría que irradia Norma proviene de la satisfacción de dedicarse desde muy temprano a una actividad en la que ella pone toda su creatividad.
Ah, soy muy madrugadora. Me gusta empezar el día tomando mate, leyendo un diario matutino, escuchando la radio con las últimas noticias; eso me permite llegar a mi empresa con un panorama de todo lo que ocurre en mi país y en el mundo. A pesar del dicho, “desayuna como un rey, almuerza como un príncipe, cena como un mendigo” mi desayuno es frugal. Tengo un largo día de trabajo, que solo interrumpo brevemente para almorzar: yo misma me dedico a preparar una pequeña vianda antes de salir de casa.
El trabajo ocupó gran parte del tiempo de esta enérgica mujer desde muy joven cuando además de ejercer la docencia también ayudaba a su padre en un taller gráfico. Hoy las prioridades de Norma incluyen dedicar tiempo a sus cinco nietos y disfrutar de la rutina diaria en la empresa junto a sus hijos.
La formación de Norma incluye el magisterio, el paso por los estudios de odontología y la experiencia directa en actividades tan diversas como una imprenta o una empresa dedicada a la construcción que seguramente deben haberle permitido desarrollar sus competencias.
Si lo vemos desde todas las ángulos, diría que cada una de las actividades que he realizado desde la niñez me ayudaron, sin dudas, para mi capacitación. En cuanto a la parte empresarial, le debo el mayor de los conocimientos a mi padre pero el haber estado junto a un hombre excepcional con visión de futuro, mi esposo, durante treinta años colmó todas mis expectativas. Mi desempeño docente me ayudó para desarrollarme y ejercer el liderazgo, pero no puedo dejar de lado la huella que dejó en mi el paso por la Y.M.C.A., Asociación Cristiana de Jóvenes, de Buenos. Aires. En el triángulo equilátero que la identifica se lee ALMA, CUERPO Y MENTE, cuya interpretación, evidentemente, es desarrollar el ALMA con lo espiritual, el CUERPO con la actividad física y la MENTE desde el plano intelectual.
Le pedimos a Norma Ospital alguna sugerencia para las mujeres que se inician en el mundo empresarial, teniendo en cuenta que la AMNYP busca ofrecer espacios de capacitación que faciliten el empoderamiento de la mujer cualquiera sea su área de trabajo o su profesión. Una fuente importante para lograrlo es mirar con atención la experiencia de otras mujeres.
La única sugerencia que puedo hacer es iniciarse en el camino de la verdad, la dedicación y la honradez para que los frutos que luego se recojan sean el resultado de cada una de esas cualidades. Permítanme repetir lo que muchas personas me escuchan a diario: estos resultados no son producto de la vanidad; sí, del orgullo, del orgullo de poder estar al lado de mi familia, que son mis hijos y mis hijos políticos, permanentemente y en todos los ámbitos.