La Pantera Wichi
Emilce Sosa: Mujer que hace la diferencia
Emilce Sosa: de criarse en una comunidad wichi a competir en los Juegos Olímpicos. Ejemplo de vida, lleva un mensaje profundo de fe y perseverancia.
La formoseña Emilce Sosa integra el seleccionado argentino de voleibol y es una de las figuras del equipo que compite en los Juegos Olímpicos.
Emilce Fabiana Sosa (o “Mimi”, como la conocen todos) tuvo que tomar, a los ocho años, una de esas decisiones que te cambian la vida. Ella nació en Ibarreta, provincia de Formosa, aunque pasó los primeros años de su vida en Las Lomitas, a 400 kilómetros de su ciudad natal y cerca del límite con Salta. Por ese entonces veía muy poco a su mamá ya que ella era maestra en Lote Uno, una comunidad aborigen de indios Wichis ubicada a 300 kilómetros de Las Lomitas. Los días lejos de su mamá fueron tristes para “Mimi”, hasta que tomó una decisión. Y todo cambió.
Lo único que quería era estar con su mamá, sólo la veía en julio o en diciembre y eso era muy duro. Así que cuando tenía 8 años fue con sus hermanos a visitarla, y no volvió más. Su papá (también maestro) pidió el traslado, y todos se reunieron.
Desde ese momento todo cambió para “Mimi”, que pasó a tener a su mamá como maestra y a convivir con chicos que hablaban otro idioma y que tenían otras costumbres. Sin embargo, los lamentos nunca aparecieron. Ella empezó a vivir a la par de los Wichis, y aprendió cosas mucho más valiosas que la regla de tres simple, como el respeto, la lealtad y la humildad. “La verdad es que no cambiaría mi infancia por nada”, se sincera “Mimi”
Hoy, Emilce Sosa se encuentra en Río de Janeiro como integrante del plantel de Las Panteras, el equipo argentino de voleibol femenino. Pero no se deja lleva por los flashes y no olvida su pasado ni el camino que la llevó a estar donde está hoy. «Otetsel ta n’am talakis», reza un tatuaje que tiene en su antebrazo izquierdo y que -en lengua wichi- significa «mis raíces, mi historia». Una huella en homenaje a sus orígenes, a su niñez en el Lote 1, en una comunidad aborigen del interior de Formosa.
Comenzó jugando al fútbol de chica y tuvo éxito: a los 16 años fue seleccionada por Belgrano de Córdoba y se mudó para cumplir su sueño. Pero estar lejos de casa pudo más y a pedido de su familia, Mimí regresó a su provincia para jugar al voley en un club más cercano. A partir de allí, su vida cambió para siempre. Desde un club de Formosa llegó a Boca Juniors, pasó por Europa -jugó en Rumania- y actualmente juega en la SuperLiga de Brasil. Además, a los 28 años, es una de las figuras de la selección argentina, que se clasificó por primera vez a un Juego Olímpico.
Sus recuerdos son de una infancia feliz y así decidió plasmarlo en un blog, http://mimisosa10.blogspot.com.ar/ en el que escribe historias de su vida. «Quiero compartirlo para que conozcan un poco más de mi vida, esto es una parte muy importante de mí porque ahi crecí, ahí aprendí a vivir», escribió.
Ahora, en Río de Janeiro, seguramente Mimí tenga decenas de anécdotas y momentos para contar a pesar que Las Panteras no pudieron con Japón y Argentina se despidió del podio en el voleibol femenino.
Seguramente en pocos meses, Mimí regresará a su provincia para visitar al club Huracán de Ibarreta, donde es madrina del equipo infantil de voley y al Lote 1, donde muchas años volvió junto a su familia para pasar las fiestas o para ayudar como podía a su población, como cuando se recibió de profesional gastronómica y viajó para cocinar pan dulces navideños. «Es una forma de agradecimiento por todo lo que me dieron en mi infancia», escribió en su blog.
Fuentes: