3 ideas de negocios para emprendedoras indecisas
Incluso las mujeres empresarias más motivadas pueden tener dificultades para decidir sobre la idea de negocio correcta. Para algunos empresarios en ciernes, las ideas fluyen libremente pero nunca despegan.
Para otros, las ideas son vagas e incompletas, por lo que se descartan y nunca se exploran por completo. Decidir sobre la idea de negocio correcta tiene tanto que ver con la creación de un plan de negocios y un estudio de factibilidad, como con hacer una búsqueda profunda.
Si deseas trabajar por cuenta propia pero estás seguro de qué tipo de negocio deseas comenzar, te conviene tener en cuenta lo siguiente:
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¿Qué quieres o necesitas para salir del negocio?
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¿Qué te gusta hacer?
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¿En qué eres bueno?
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¿Qué te gustaría aprender o hacer?
Determina lo que quieres o necesitas para salir del negocio
¿Estás buscando por un segundo ingreso?
Considera representar a otra compañía para vender tus cosméticos, regalos, seguros, tiempos compartidos, etc. No tendrás que escribir un plan de negocios, invertir mucho para comenzar y podrás trabajar las horas que dispongas.
¿Estás renunciando a un trabajo para quedarte en casa con tus hijos?
Si tu principal motivación es tener más tiempo con tus hijos, elije un negocio que te permita trabajar bajo tus propios horarios. Es casi imposible hacer un trabajo de 9/5 desde casa mientras crías niños.
¿Quieres contribuir con algo a la sociedad?
Si tu principal motivación es la satisfacción personal, y el dinero no es una preocupación, intenta ser voluntario en diferentes organizaciones para ver qué te gusta hacer más. (Un ejemplo: Mujeres de Negocios y Profesionales del Sur)
El voluntariado es una excelente manera de aprender cómo funcionan las organizaciones sin fines de lucro, y los contactos y las habilidades que obtengas te ayudarán si decides establecer tu propio negocio más adelante.
¿Quieres ser una emprendedora?
Ya sea que solo quieras ser tu jefe o ser financieramente independiente, el camino hacia el éxito comienza con una buena idea.
Busca ideas de negocios para entender lo que te gusta hacer. Elije algo que te apasione: comenzar tu propio negocio requerirá de tiempo, energía y sacrificio. Si eliges algo que no te interesa, o algo peor, algo que odias hacer, te resultará más difícil tener éxito.
Pregúntate:
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¿Cómo gastas tu tiempo libre?
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¿Tienes un hobby que podría convertirse en negocio?
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¿Te gusta hacer trabajo voluntario?
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Si pudieras tener cualquier trabajo, ¿cuál sería?
Determina en qué eres buena
Tus talentos pueden ser obvios para ti si eres músico, artista y fotógrafa. Si ya tienes una profesión es posible que desees comenzar tu práctica privada en derecho, medicina o una firma de contabilidad.
Y tal vez tengas un hobby como acolchado o fabricación de velas que sabes que podrías comercializar. Pero, ¿y si tus talentos son menos obvios?
A veces es difícil conocer nuestras propias fortalezas. Si no estás segura de cuáles son tus habilidades y talentos ocultos, pregúntales a tus familiares y amigos que te conocen. Incluso si no tienes una habilidad en particular como coser, aún tienes habilidades que pueden comercializarse si puedes identificarlas.
Determina qué te gustaría aprender a hacer
Algunas veces las cosas que más nos interesan, son cosas que aún tenemos que aprender a hacer. Si te gustan las matemáticas, toma un curso de contabilidad y convierte tu nueva habilidad en ingresos ayudando a otros con impuestos.
Hay muchas carreras nuevas en las que puedes ingresar con un certificado en lugar de un título. Los certificados, a menudo, tardan menos de un año en ganarse y, en algunos casos, solo unos pocos semestres.
Consulta con el centro de estudios local para ver qué programas de certificación se ofrecen en tu área. Si siempre has querido aprender otro idioma, comienza ahora: cuando domines el idioma puedes convertirte en freelancer y ofrecer servicios de traducción.
Los traductores se utilizan en procedimientos legales, escuelas y seminarios. Los intérpretes de lenguaje de señas pueden ganar tanto como los interpretes regulares.
Nunca es demasiado tarde para aprender una habilidad o pulir una antigua, y nunca es demasiado tarde para iniciar un negocio si tienes la ambición y una habilidad comercializable y sabes lo que quieres hacer.
No le tengas miedo a los retos, pues tienes todo para alcanzar cualquier cosa que te propongas. ¡Ánimo!