Bullying no es un juego

En el Día Internacional de los Niños Víctimas Inocentes de Agresión, rescatamos esta nota sobre un tema que nos tiene consternados a todos : «Bullying».  Desarrollado en Revista Metro , edición junio 2014

Bullying no es un juego

Varios casos de hostigamiento entre niños conmovieron a la opinión pública durante los últimos meses. ¿Cuáles son los motivos por los cuáles el bullying parece multiplicarse?.
¿Cómo se debe abordar esta problemática desde las escuelas y desde la sociedad en general?

Una niña toma del pelo a otra en la puerta del colegio y le aplica una trompada. Cuando está por caer al piso, le pega un rodillazo, que derivará en patadas, segundos después. La impactante escena -que es reproducida por el sitio de videos Youtube y varios canales de televisión- deja en evidencia que una decena de compañeros de las chicas son testigos y cómplices del ataque «justificado» por la belleza de la alumna golpeada.
Un caso similar sufrieron Guillermina y Nicole, de 14 y 12 años, cuando se encontraban en la puerta de su escuela de la localidad bonaerense de Pilar y una compañera las atacó a golpes de puño y tirones de pelo, derribándolas y pateándolas en el piso, mientras les gritaba «chetas».
Varias compañeras miraban la escena y otra filmaba todo con su celular. Las imágenes de las adolescentes agredidas fueron subidas a Facebook. Pocos días después, Nicole fue nuevamente atacada en el mismo lugar y ya no quiso concurrir más a la escuela ni salir de su casa. La nueva agresión también pudo verse por la red social.
Idéntica situación padeció Alondra, de 14, quien sufrió golpes, cortes en la cara y piedrazos por parte de once compañeras a la salida de su colegio en Quilmes. Las imágenes de la golpiza y la cara de la chica desfigurada por ser «linda» también circularon por Facebook y fueron repetidas por los medios.
Ésas historias ocurrieron a fines del año pasado y a comienzos del corriente. Sin embargo, hace algunas semanas otro caso volvió a conmover a la opinión pública. En la Escuela 25 de Hudson, Kiara, de 8 años, fue fuertemente golpeada por algunos de sus compañeros de grado. La niña terminó internada con traumatismo de cráneo.
Si bien los casos se reiteran y los medios se hacen eco de la noticia y visibilizan la problemática, éstos no aportan un debate que implique pensar herramientas de prevención y cuidado para un fenómeno que parece reproducirse.

UNA PROBLEMATICA QUE AMPLIA SUS ALCANCES

La directora de la Asociación Libres de Bullying, María Zysman, explicó que el bullying «es el hostigamiento sistemático, sostenido en el tiempo que se da entre pares, niños y adolescentes, en un ambiente que puede ser el escolar o puede ser un ambiente recreativo pero que implica la permanencia y la constancia en el vínculo como pude ser un club».
«Una relación que debería ser de igual a igual, porque son pares, se transforma en una relación abusiva: hay alguien que tiene mucho más poder que el otro y lo ejerce para intimidar y para darle miedo», completó Zysman.
Por su parte, la psicoanalista Beatriz Pozo consideró: «Lo que estamos observando de un tiempo a esta parte es que fue aumentando el rango etáreo. Antes se veía más específicamente en los años de la Escuela Secundaria y los últimos de la Primaria. En este momento es mucho más extensivo y niños más pequeños padecen este hostigamiento de parte de otros».
En ese sentido, Pozo explicó que «hace relativamente poco que apareció el término bullying, como concepto sociológico descriptivo de una situación que siempre existió» y sostuvo que se trata de «un tema multifactorial que tiene que ver con cuestiones sociales, históricas, el lugar de niños y adolescentes en la sociedad, y la singularidad de cada chico».

¿POR QUE UN NIÑO ES HOSTIGADO?

«¿Por qué si hay diez niños con lentes, hay uno que sí es el elegido para acosar y hostigar?», preguntó Revista Metro. «No cualquier niño es el que va a ser hostigado, sino que hay ciertas vulnerabilidades subjetivas que se captan a nivel inconsciente por uno que después suma a otros para hostigarlo. Es una cuestión sobre las diferencias que tiene un niño o adolescente, las cuales son intolerables para el grupo. El niño que propone y pone en acto el hostigamiento también tiene otro tipo de vulnerabilidad», contestó Pozo, que invitó a reflexionar: «¿qué le pasa a ese niño que no soporta al niño que tiene lentes, sobrepeso o lo que fuere?».
La especialista informó que «lo que se escucha mucho es el hostigamiento a niños con sobrepeso, porque durante los últimos años ha cambiado el valor de la estética y pareciera que uno debe ser delgado». «Muchas veces no tiene que ver con diagnósticos de obesidad infantil y se observa que si bien hay varios compañeros con sobrepeso, es el niño más vulnerable subjetivamente el que recibe el hostigamiento», ejemplificó Pozo.
En ese punto hay cuestiones estructurales en torno a los valores estéticos reinantes y las vulnerabilidades subjetivas, ya que en esa línea se enmarcan varios de los casos de las adolescentes que fueron atacadas por ser «lindas», «chetas» o por conservar una apariencia determinada.

UNA PROBLEMATICA SIN VICTIMAS NI VICTIMARIOS

Por otra parte, los especialistas llaman a evitar lecturas que piensen a los niños como «víctimas y victimarios», dado que si bien hay una «captación inconciente de la vulnerabilidad del niño hostigado, también el otro tiene vulnerabilidades y características particulares».
La psicoanalista Beatriz Pozo ejemplificó con un caso: «Me acuerdo de una nena que era amenazada porque tenía sobrepeso y las compañeras le decían que no iban a ser más amigas y quedaba muy angustiada. Sus papás fueron a hablar a la escuela y llegaron a la consulta. Entonces escuché que esta niñita decía que ella podía decidir también si quería que fueran sus amigas o no. Cuando abandonó esa posición de vulnerabilidad y elaboró que ese grupo no era absoluto y que había posibilidad de elección, la dejaron de molestar».
Por su parte, la directora General de Educación y Cultura bonaerense, Nora de Lucía, manifestó que el bullying «no es una cuestión de uno solo» y enfatizó que «la violencia no siempre es lo mismo que el hostigamiento».
«Entre todos tenemos que construir una sociedad que dialogue más. En las escuelas se manifiesta lo que está pasando en la sociedad. Tenemos que dar el ejemplo como adultos de la palabra. Estos días veía un programa donde algunas situaciones se resolvían con soluciones violentas. Esas imágenes, las redes sociales e incluso lo periodístico ponen énfasis en algunas cosas que tendríamos que pensar más. La escuela no puede trabajar sola, es parte de una comunidad y es una institución de socialización que debe armar redes con el Estado y organizaciones sociales para que las familias participen y prevengan para no estar solamente en el después», aportó la funcionaria provincial.

UNA GUIA PARA UNIFICAR CRITERIOS

«En cada encuentro con docentes, ya sea por capacitaciones o supervisiones en las escuelas, surgen insistentemente las mismas preguntas: ¿Qué hago cuando los chicos se maltratan?, ¿Cuál es el camino a seguir?, ¿Hay un protocolo?, ¿Qué es lo que funciona mejor?», expuso la directora de Libres de Bullying, María Zysman, que celebró la propuesta del Ministerio de Educación de la Nación de elaborar la Guía Federal de Orientaciones para la Intervención Educativa en Situaciones Complejas Relacionadas con la Vida Escolar.
La guía, que fue aprobada por el Consejo Federal de Educación, tiene en cuenta los momentos de prevención, de detección y de abordaje específicos, y considera a los chicos como sujetos que ocupan roles y no son, en sí, roles.
En ese sentido, el ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni, manifestó la «preocupación» de las autoridades por los casos de «acoso» escolar, conocidos como «bullying», y admitió que en los últimos tiempos ha habido «algún incremento» de los comportamientos sociales agresivos, enmarcándolos en un «clima de época».
Además, Sileoni reivindicó la «Guía Federal de Convivencia Democrática», la cual fue presentada por su cartera con el objetivo de orientar el accionar de los docentes que se vean enfrentados a situaciones de violencia en las escuelas.
En declaraciones a la prensa, tras señalar que prefiere obviar el término inglés «‘bullying’ ya que tenemos una palabra castellana fuerte que es ‘acoso'», el ministro reconoció que «puede haber algún incremento en el último tiempo de algunas circunstancias, que no son nuevas, como exclusiones, insultos, burlas, gritos y algunas cuestiones de armas en las escuelas».

CYBERBULLYING

Según define un artículo publicado por la Asociación Libres de Bullying, el Cyberbullying es «el acoso escolar a través de e-mails, blogs, mensajería instantánea, redes sociales, mensajes de texto, imágenes digitales enviadas a través de teléfonos móviles, salas de chat, carteleras web y demás páginas disponibles».
Esta modalidad digital «permite sostener el hostigamiento a toda hora y desde cualquier lugar» y «repercute en la escuela, aunque no se realice dentro de ella».
«El cyberbullying presenta ciertas características similares al bullying tradicional (conducta agresiva, desequilibrio de fuerzas entre hostigador y hostigado, y reiteración), pero también algunas diferencias. Éstas se refieren fundamentalmente al anonimato que brindan las nuevas tecnologías y la accesibilidad permanente. Por otra parte, los niños y adolescentes temen que, al denunciar el acoso que sufren o pedir ayuda, se le quite la posibilidad de seguir utilizando estos recursos», según indicó la entidad.
En ese sentido, la Asociación propone que «estando preparados, los docentes pueden trabajar para prevenir la aparición del cyberbullying y también tener herramientas para detectar cuándo sus alumnos se inicien en dichas prácticas». Así mismo, sostiene que para prevenirlo «es fundamental que a nivel familiar haya acuerdos y comunicación acerca del uso de internet y telefonía celular».
KIARA NO QUIERE VOLVER AL COLEGIO

Los padres de Kiara, la nena de 8 años que fue golpeada por alumnos de un colegio de Hudson, reclamaron el cambio de establecimiento para su hija, que no quiere volver a la institución por miedo, el cual se manifiesta en pesadillas que sufre al dormir. La pequeña Kiara estuvo hospitalizada tras ser golpeada por alumnos de la escuela a la que concurre en el partido de Berazategui. Luego del ataque, sus progenitores reclamaron el cambio de colegio para su hija argumentando que la menor «no quiere» regresar a raíz de «pesadillas» que sufre desde el ataque. 
«Ella no quiere volver a esta escuela, tiene miedo. Es más, desde que salió del hospital, todavía no pudo dormir de corrido: se despierta de madrugada llorando, con pesadillas, y se pasa a dormir a la cama con el papá y conmigo. Todavía no pudo conciliar el sueño tranquilamente», manifestó su mamá en declaraciones periodísticas.
Por los golpes, Kiara había ingresado a comienzos de mayo al hospital «Evita Pueblo» con politraumatismo encefalocraneano -sin pérdida de conocimiento- con síntomas de traumatismo abdominal cerrado y un corte en la mano derecha. «Ya está totalmente decidido que Kiara no vuelve a esta escuela, no sólo por nosotros o por la seguridad de ella, sino porque ella lo decidió así», completó la mujer.

UNA LEY PARA PREVENIR LA VIOLENCIA ESCOLAR
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En 2012, la Cámara de Diputados convirtió en ley un proyecto dirigido a prevenir y evitar la violencia que implica el acoso escolar o bullying en los colegios. 
La autora de la norma y diputada Nacional, Mara Brawer aseguró que «no se enfoca en el individuo como víctima o victimario, de donde proviene la imagen individualista de bullying, sino que pone el acento en el contexto en que se dan las interacciones, porque cuando se generan situaciones de violencia en una escuela, los conflictos no son sólo de un alumno o alumna, a quien se suele catalogar como el ‘chico/problema’, ni responsabilidad de un solo docente, sino de todos los miembros de esa comunidad educativa».
Esta ley apunta a la prevención de la violencia desde la creación de órganos de participación en todos los niveles del sistema educativo, donde padres, madres, docentes y alumnos/as puedan pensar la convivencia, contar lo que les pasa, trabajar en conjunto en la solución de los problemas. 
Además, instaura que cada escuela elaborará su acuerdo de convivencia, reforzando el camino ya iniciado desde el Ministerio de Educación de la Nación para la escuela secundaria. 
«La norma establece el valor pedagógico de las sanciones para que los alumnos y alumnas vayan haciéndose responsables progresivamente de sus actos, quedando expresamente prohibidas las sanciones que atenten contra su permanencia en el sistema educativo. La escuela y la tarea de todos los docentes es en sí misma una apuesta al lazo social. Por eso debemos centrarnos en la construcción cotidiana de una cultura democrática donde estén todas las voces, se respeten los derechos y se asuman las diferentes responsabilidades que a cada rol le corresponden», puntualizó Brawer. El texto se aprobó con el consenso de todos los bloques en el Congreso de la Nación