CECILIA GRIERSON (1850-1934)
Por Nora Martínez (extracto)
Cecilia Grierson fue la primera mujer egresada de la Facultad de Medicina en la Argentina y en América Latina, y la segunda en ingresar no sólo a la Facultad de Medicina sino a la universidad, la de Buenos Aires en este caso. La había precedido Elida Passos, que falleció antes de graduarse y que logró su inscripción en la Facultad de Medicina mediante una intervención judicial ya que por su condición de mujer le había sido negado el ingreso. Grierson eligió esta profesión tras la muerte de su amiga y compañera Amelia Kenig. Obtiene su título en 1889, una época en la que estaba vedado el ingreso de la mujer en las universidades de Cambridge y de Oxford.
A partir de su adolescencia la joven comienza trabajar para ayudar a su familia, primero, y más tarde para sostenerse mientras cursaba sus estudios. Se especializó en obstetricia sorteando obstáculos y sinsabores, aunque este campo no fue su primera elección: no le fue posible seguir su inclinación por la clínica quirúrgica (¡era demasiado para la época!), donde no se olía a leguas un perfume de mujer.
No satisfecha con la práctica médica, se dedicó, además, a la creación de instituciones educativas para la formación de auxiliares de medicina y como si aún no alcanzara, al feminismo militante.
Intentó ingresar en el cuerpo docente de la Facultad de Medicina, toda una revolución que no pudo sobrepasar. Ese lugar fue ocupado posteriormente por María Teresa Ferrari de Gaudino, quien obtuvo el cargo de Profesora Adjunta en Clínica Obstétrica. Grierson sólo pudo enseñar gimnasia en la Facultad de Medicina y dictó cátedras en la Escuela de Bellas Artes y el Liceo Nacional de Señoritas, del que fue profesora fundadora en 1907.
En 1886 crea la Escuela de Enfermería y Masajistas en el Círculo Médico de Buenos Aires y sigue al frente de la entidad hasta 1913. Nada le fue fácil a Grierson ya que con el tiempo llegaron a suprimirle no solo los recursos sino su salario. Fue médica agregada en el Hospital San Roque (actual Ramos Mejía) y fundó la Asociación de Obstetricia para apoyar la tarea de las parteras. Se desempeñó en el Patronato de la Infancia, en la Cruz Roja Internacional, en el Poder Judicial, como inspectora de la situación de madres desamparadas y de menores de edad, y fue inspectora en el Asilo de Mujeres; fundó la Asociación Argentina de Primeros Auxilios, de la que fue docente y la escuela Técnica de la Mujer.
En 1889 participó en el Congreso del Consejo Internacional de Mujeres (CIM) celebrado en los EEUU representando a algunas asociaciones argentinas y volvió al país con el título de vicepresidenta honoraria y la misión de establecer un consejo en el país. Si bien logró captar el interés de mujeres de sectores influyentes, las aguas comenzaron a dividirse y volvió a quedar sola con sus convicciones acerca de la igualdad jurídica y cívica de las mujeres, y en su reclamo por el divorcio y por las mujeres pobres y desamparadas. Finalmente tras su muerte, en abril de 1934, a los 75 años, Cecilia Grierson obtuvo el reconocimiento por los logros y las luchas que marcaron su vida desde muy joven.