Cómo te despedís de una persona como Maria Palermo
Por Lidia Rissotto
Cómo te despedís de una persona como Maria Palermo, a la que no te unió un trato de amistad entrañable, sino una camaradería cordial, alegre, creativa? Nos reíamos mucho María y yo porque teníamos (iba a escribir «tenemos») un sentido del humor parecido y nos divertían las mismas cosas.María nunca dejó de ser como una mamma italiana de regazo grande y de brazos abiertos. Tal vez por eso pudo ayudar a que tantas mujeres supieran salir de situaciones nocivas con su libro «Ocho pasos para recuperarse del mal trato». También era muy de nonna escribirles historias a los chicos y jugar, jugar, jugar con ellos mediante las palabras y, a los adultos, invitarnos a nutrirnos con la lectura de los sucesos extraordinarios que acontecían a los seres que poblaron su «Otra imaginería». Si algo la caracterizaba era su tenacidad cuando emprendía un proyecto y al mismo tiempo en ella se destacó siempre su convicción de que hacer cosas solamente para sí misma no era suficiente. Un buen ejemplo de esto fue el largo ciclo «Cuento con vos», cuyo título puede leerse de varias maneras y todas tienen que ver con María. Logró que el municipio de Lomas de Zamora le diera un espacio en el Teatro Municipal para contar cuentos y de inmediato compartió ese espacio con narradoras orales o con músicos, transformando lo que podía haber sido una amable tertulia en un acontecimiento cultural que sirvió para afianzar la narración oral en la zona. Cómo integrante de la entonces Delegación Lomas de Zamora, trabajó mucho para instituir la Filial Lomas de Zamora de SADE, de la que fue promotora y socia fundadora y desde donde estableció lazos y amistades.En los últimos tiempos habíamos hecho un acuerdo: dentro de un tiempo íbamos a convertirnos en celestinas de nuestros dos nietos menores (ella abuela de la nena, yo del varón), pero como recién andan por los tres años, nos pareció prudente esperar un poco. Te prometo, María, que voy a hacer lo que pueda…