Germán Lauro cerró este jueves un ciclo de manera poco esperada. El atleta quedó eliminado en el lanzamiento de bala de Río 2016 tras no poder lanzar por arriba de los 20,65 metros que lo clasificaban a la final, ni quedó entre los 12 mejores registros.
El deportista, que tiene como su mejor marca 21,26 metros, no pudo superar siquiera los 20 metros.
Lauro piensa que es su última competencia olímpica, por lo cual ésta sería su despedida.
Minutos más tarde de culminar su actuación, el atleta habló en un móvil con el periodista Gonzalo Bonadeo. Allí se lo vio golpeado por el resultado, pero consciente de sus capacidades. Lauro destacó el proceso por el cual llegó hasta Río más allá del resultado.
Bonadeo terminaba de darle unas palabras de aliento y el móvil terminaba, cuando Lauro le pidió un breve momento para hablar. “Quiero pedir por un nene que se llama Bautista Caballero”, empezó el atleta. Y quebró en llanto: “Está esperando hace meses en el Hospital Garrahan por un corazón. Es de Trenque Lauquen”, dijo el oriundo de esa ciudad bonaerense.
Quién es Bautista Caballero
Bautista Caballero tiene 14 años y está en emergencia nacional debido a una miocardiopatía que exige un trasplante de corazón que será realizado, cuando aparezca el órgano, en el Garrahan.
Junto a su familia se encuentra en Buenos Aires desde febrero y subsiste gracias a las donaciones y la venta de rosarios que fabrican ellos mismos a través de la página web “Un corazón para Bauti”.
Germán Lauro aprovechó su exposición para citar el caso de Bauti, importante si los hay.