GHOSTING Y FALTA DE EMPATÍA
Este término no lo conocía hasta que hace poco leí sobre la temática y recordé una consulta de una amiga que pasaba por esta problemática.
La situación es la siguiente, una persona desaparece, no responde los mensajes de texto o whatsapp y a pesar de la comunicación previa, es más sencillo “hacerse humo” y desaparecer.
En la historia de mi amiga no se trataba de una relación formal pero tenía una historia, un tiempo, dos personas y seguramente podría haber pasado de un estado latente a algo formal si no fuera por el desconcierto de la parte afectada. En psicología se lo denomina “ghosting”, o sea fantasma y está comprobado que esa sensación es generada por la misma facilidad de las redes donde invitan a una gran desinhibición y es aquí donde me pregunto: ¿No es también falta de compromiso? o falta de respeto al otro?… ó quizás una gran falta de empatía? Justamente se da en estos tiempos que hablamos de espacios colaborativos a todo nivel y que la humanidad se encuentra super intercomunicada y conectada.
A mi entender estas situaciones de ghosting no sólo se dan a nivel de parejas, también pueden darse en las esferas familiares, de amistad y laboral; por más que una de las partes trate de acercase, al no producirse respuesta del otro lado, desencadena y provoca un gran sufrimiento por falta de empatía.
En general sucede que el ghosting conlleva a finalizar en forma abrupta una relación; es ahí donde el afectado se cuestiona a sí mismo y se produce la típica reacción de terminar una relación por la falta de trato y relación, sabiendo y a pesar de quien la sufre, que la tecnología permite miles de forma de contacto con otros seres.
Sabemos que dichas personas se ven afectadas y sufren a mi entender, aquello que denomino “una pérdida no declarada”.
Para finalizar, ¿podemos decir que es una moda? ¿es un nuevo estado de estar siendo? Como sea, en estos tiempos que corren, muchas personas han sufrido “ghosting” pero afortunadamente desde coaching y sus técnicas, existen varias vías de solución, veamos:
Según investigaciones direccionadas al cuidado del cuerpo, señalan que recurrir a acciones básicas como mantener una buena alimentación, un buen descanso, como así también trabajar la corporalidad con ejercicio o danza para movilizar endorfina, son formas saludables para gestionar el dolor y ayuda a cambiar el modo de enfocar nuestra energía en algo positivo para nosotros.
De más está decir que escuchar nuestro cuerpo estresado y brindarle sesiones de coaching, yoga, meditación y principalmente volver a confiar para liberar esos modelos y cuestiones que dañan nuestra percepción de vida.
(+) María Esther Antezana
Lic. Relaciones Públicas, Lic. Relaciones Laborales. Docente Universitario en RRHH. Coach Ontológico Profesional. Coach Especializado en Valoración y Gestión Corporal y Emocional.