Agradezco a la comisión organizadora por la invitación a un espacio donde podamos intercambiar ideas y pensar. El tema que nos fue propuesto: “Mundo adolescente: sus desafíos”, me convocó pensar a la adolescencia como una etapa en el calendario de la vida, y que la adolescencia -no es sin- un tiempo previo: la niñez, la infancia.
Es preciso poder situar cómo fue transitado el tiempo de la niñez; ejemplo: cómo fue pensado por sus padres antes de concebirlo, quienes son esos padres, sus historias, sus marcas, situación social, cultural, desde allí es que podemos armar un mapa de la situación de cada sujeto más allá de la etapa de la vida por la que esté atravesando.
Ya el maestro Sigmund Freud nos enseño que los primeros años de un sujeto son fundamentales y fundantes, en esos tiempos se funda el sujeto por venir, el deseo de sus padres puesto allí, tiempos constitutivos del narcisismo, es decir, la relación consigo mismo y con sus semejantes, el lazo social, en qué condiciones viene al mundo, quienes serán los familiares (madre, padre, abuelos, hermanos) que reciban a ese niño con sus formas de amarlo, desearlo y gozarlo también. Jacques Lacan menciona que si todo ha salido bien en la infancia ese niño tendrá los títulos disponibles en el bolsillo para usarlos en un futuro. ¿Qué son los títulos en el bolsillo? seria una especie de documento simbólico que acredita una habilitación por sus conocimientos adquiridos por la educación de sus padres. Entonces llegada la etapa adolescente, si este contó con un otro que le permitió llegar con los títulos en el bolsillo estará más armadamente para salir al mundo, defenderse de los avatares, poder poner límites, concretar y transitar por el mundo de sus deseos con amor y no con violencia. Cabe aclara que esos “títulos” pueden estar o no.
Los tiempos actuales que nos tocan vivir y escuchar en las noticias, en la calle y en los consultorios, nos interroga, nos hace preguntarnos qué estamos haciendo, cómo prevenir, por ejemplo esta pregunta nos tiene a todos aquí reunidos, trabajando, pensando qué hacer y cómo continuar. La respuesta es compleja, la Mujer, los adolescentes, los padres, la diversidad sexual, el consumo de sustancias, el mal uso y abuso de las tecnologías, los tatuajes, el vestir provocativo, son temas complejos que nos interrogan, nos preocupan.
Voy a hablar de mi experiencia como profesional, donde dejaré temas afuera, pero intentare al menos transmitir algo que considero fundamental. La comunicación, el diálogo. Les voy a hacer una pregunta a cada uno de todos los aquí presentes, tómense unos segundos para pensar y responder: ¿cuánto tiempo en el día le dedican a hablar con el otro?; ¿cómo estas?, ¿cómo te sentís?, ¿cómo te fue hoy?, ¿se presento alguna dificultad en tu día?, ¿hay algo que quieras que hablemos?, ¿tenés alguna duda que quieras compartirla conmigo? …
Tal vez pueda sonar una obviedad, pero lo importante es que exista un otro dispuesto a escuchar, a mostrarse interesado por los sentimientos del sujeto. Los sujetos sufren, tienen dudas, obstáculos y más en la adolescencia donde es el tiempo donde dejan de ser niños (dejan de estar a merced de los padres) para pasar a ser adultos y a tomar sus propias decisiones. En medio de ese tránsito se presenta y se abre un mundo diverso de opciones y caminos por seguir, caminos oscuros, caminos sinuosos, caminos con atajos, caminos arbolados, caminos señalizados, caminos pedregosos, caminos sin salida. La adolescencia es un tiempo donde los familiares, los padres, los hermanos pasan a ser muestras importantes para ese sujeto en formación, esas primeras marcas de identificación son fundamentales para ese adolescente. Por ejemplo: esos padres que hacen cumplir la frase: “has lo que yo digo, pero no lo que yo hago”, ¿desde dónde hacen aportes a sus hijos? En psicoanálisis decimos que las marcas se transmiten de generación en generación, son marcas inconcientes. Por ejemplo: ¿escucharon historias donde la hija tiene un hijo a la misma edad que su madre? ahí es donde hay que estar atentos, a esas marcas que a veces sin querer se repiten sin pensar.
Hoy en día lo que preocupa mucho a los padres de hijos adolescentes tiene que ver con la oferta del consumo de sustancias que pareciera ofrecer soluciones inmediatas al vacío que nos habita. Otra preocupación son las nuevas tecnologías y el modo de inserción en la sociedad, las pantallas captan la atención de niños, jóvenes y adultos de una manera casi adictiva.
Otra cuestión importante es que cuando los padres se encuentran sin respuestas, desbordados, preocupados y sienten un límite en el avance hacia las problemáticas de sus hijos, adolescentes o de cualquier edad, es buscar a un otro que pueda aparecer como tercero para ayudar, orientar y destrabar el o los obstáculos. Por ejemplo buscar ayuda profesional. Hoy en día y en este país, está muy difundida y aceptada la idea de ir al psicólogo, hay profesionales por la obra social, la prepaga, hospitales, salitas de salud o en forma privada.
Para ir concluyendo: los desafíos (título de la convocatoria) de la sociedad actual tienen relación con la apertura al diálogo, con estar conectado e interesado con lo que le pasa al otro, poder moverse de nuestros ombligos para poder ver mas allá de él, poder desvestirnos por un rato del amor propio para poder conectarnos con la diversidad. El desafío es poder decir, de esto no sé, pero podemos aprender, buscar ayuda, el desafío es no mostrarnos completos, omnipotentes, creyendo que todo lo podemos y nos llevamos el mundo por delante, el desafío es que el amor se anteponga frente a la violencia, la envidia y el odio.