Nadar y darle a la raqueta, lo mejor para alargar la vida
Es aconsejable encontrar una actividad que, practicada moderadamente, mejore nuestras posibilidades de llegar a vivir más años de calidad.
Autora: Marisa Cortéz. Publicado en Diario de la Salud
Fuente: espanol.mercola.com
Entre los deportes y la actividad física más beneficiosas para alargar su vida, están la natación, los deportes con raqueta y los aeróbicos. Una reciente investigación realizada en Europa y Australia examinó la relación entre seis diferentes deportes/ejercicios, los más populares entre las personas entre 18 y 65 años, y el riesgo de muerte por enfermedades cardiacas y por todas las causas. Y así encontraron a los mejores. Hay tres actividades físicas que son las más aconsejables para reducir el riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular.
Buenas raquetas
Los investigadores analizaron datos de más de 80 000 personas, y resultó que los deportes con raqueta, natación y ejercicios aeróbicos encabezaron la lista de las mejores actividades físicas para reducir el riesgo de muerte temprana.
Las personas que practicaban deportes con raqueta, tales como el tenis, bádminton o squash, tuvieron un riesgo 47 % menor de morir durante el período del estudio, el cual duró nueve años; en comparación con las personas que no hicieron ejercicio. Por su parte, las personas que hicieron natación, tuvieron un riesgo de muerte 28 % menor, mientras que las personas que realizaron ejercicios aeróbicos tuvieron un riesgo 27 % menor de morir.
Asimismo, se encontró una incidencia significativamente menor de muerte cardiovascular en las tres actividades. Durante el estudio, las personas que realizaron deportes con raqueta fueron 56 % menos propensas a morir por enfermedades del corazón y las vías sanguíneas, asi como de ACV;, seguido de una probabilidad 41 % menor en los nadadores, y una probabilidad 36 % menor entre los entusiastas de los ejercicios aeróbicos.
Sin embargo, no se observaron niveles estadística y significativamente menores de mortalidad cardiovascular o mortalidad por todas las causas en las otras tres actividades incluidas en el estudio: ciclismo, correr y fútbol.
Entre los participantes del estudio, más del 44 % de ellos cumplió con las recomendaciones mínimas de ejercicio (150 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada, por semana, para adultos de 18 a 65 años de edad).
Es importante señalar que participar en cualquier tipo de actividad es mejor que no realizar ninguna; todos los participantes activos redujeron en un 27 % su riesgo de muerte, independientemente de la actividad que realizaron.
Las razones de estos resultados
Los deportes con raqueta, natación y ejercicios aeróbicos requieren utilizar todo el cuerpo–brazos y piernas—lo que hace que el corazón trabaje más arduamente. Esta podría ser una razón por la cual estos entrenamientos de cuerpo entero reducen el riesgo de muerte, más que otras actividades.
Además, a menudo requieren intensas ráfagas de actividad, lo que podría proporcionar el beneficio de extender la esperanza de vida. Como señaló el Centro Médico de la Universidad de Rochester: «Los deportes con raqueta alternan ejercicios de ráfagas de alta intensidad con breves períodos de descanso mientras toma la pelota y sirve. Esta actividad de detenerse y continuar es similar al entrenamiento en intervalos.
Realizar deportes con raqueta, o cualquier deporte activo 3 horas a la semana podría reducir el riesgo de desarrollar enfermedades cardiacas y disminuir la presión arterial, de acuerdo con el centro Cleveland Clinic Foundation.
Una clave para realizar un buen entrenamiento aeróbico de tenis o paddle es tener breves períodos de descanso. Su corazón continuará trabajando a un nivel aeróbico, pero sin estresarse».
Bicis y zapatillas
Por otro lado, el ciclismo solamente se relaciono con un riesgo de mortalidad mucho menor, pero esto podría deberse a que muchos de los participantes realizaban el ciclismo de forma recreativa; es decir, para ir y venir del trabajo, en lugar de hacerlo vigorosamente, como un entrenamiento.
Con respecto a correr, una actividad preconizada como una de las más saludables y quemagrasas, los investigadores piensan que no se notan diferencias porque quienes lo practicaron en el estudio , en promedio eran más jóvenes, y posiblemente se necesitaba hacer un seguimiento durante un período más largo de tiempo, para evaluar todos sus beneficios.
Sin embargo, la investigación demuestra cada vez más que tener pequeños momentos de intensa actividad, tal como participar en un vigoroso juego de tenis, podría ser mejor que realizar un extenso y lento ejercicio cardiovascular, como correr.
Beneficios extra de la natación
Todos estos ejercicios proporcionan beneficios para tener una mejor condición cardiovascular, resistencia y quemar grasas; pero la natación proporciona un claro beneficio que se encuentra por encima de los demás ejercicios, en las personas que tienen problemas para hacer ejercicios terrestres: esto no se refiere a realizar un entrenamiento de levantamiento de pesas.
Si tiene un exceso de peso o padece obesidad, tiene dolor en las articulaciones u osteoartritis, o si es un adulto mayor y es incapaz de participar en actividades de mayor impacto, hacer ejercicios acuáticos permitirá que su cuerpo tenga un más amplio rango de movimiento, a menudo sin dolor y con un menor riesgo de lesiones o caídas.
Los ejercicios en el agua, tales como correr en aguas profundas, aeróbicos acuáticos, yoga acuática y otros, cada vez son más populares, ya que experimenta una resistencia mucho mayor (y por lo tanto obtiene mayores beneficios en su condición física) que cuando nada horizontalmente.
Es muy posible realizar un vigoroso entrenamiento acuático de alta intensidad, y este podría ser una forma ideal de ejercicio para las personas que padecen un dolor crónico o tienen problemas de movilidad.
Por qué 150 minutos por semana
Un gran análisis que incluyó los datos de 661 000 adultos durante 14 años reveló que hacer 150 minutos por semana de ejercicio disminuye el riesgo de mortalidad un 31%. Hasta este tiempo, de 0 minutos a 150, el riesgo baja mucho. Pero a partir de ahí se ralentiza tanto que personas que hacen ejercicio 10 veces el nivel recomendado directamente no obtuvieron el beneficio adicional de disminuir el riesgo de mortalidad, porque demasiado ejercicio causa envejecimiento y estrés.