Si no creo no lo veo (María Victoria Martinez Lojendio)
Seguramente que tienes proyectos en tu mente que no has puesto en marcha porque te sientes incapaz de conseguirlos. Quizá el motivo de no ir a por lo que quieres es porque sientes que no lo mereces o crees que otras personas lo harían mejor que tú.
Del Boletín «Éxito a los 40″29 de julio 2015 – nº 2015-196 de:
Victoria Martinez Lojendio
¿Qué quieres de verdad?
¡Visualízalo
Seguramente que tienes proyectos en tu mente que no has puesto en marcha porque te sientes incapaz de conseguirlos. Quizá el motivo de no ir a por lo que quieres es porque sientes que no lo mereces o crees que otras personas lo harían mejor que tú.
Nuestras creencias son las que nos permiten o no conseguir nuestros objetivos, nuestros sueños.
No es ver para creer, es creer para ver porque lo que crees es lo que creas.
Toda creación comienza en nuestra mente con la creencia de que podemos, esa idea es la que materializa nuestros pensamientos en aquello que queremos.
Hay una frase que ilustra muy bien esta idea: “Lo hicieron porque no sabían que era imposible”.
¿Qué intentarías hoy mismo si supieras que vas a conseguirlo?
Es la fe en nosotros mismos lo que nos hace invencibles y son nuestros pensamientos los que moldean nuestra vida. Nos estamos creando a cada instante.
Nuestras creencias traducen el mundo que vemos adaptándolo a ellas. Son nuestras creencias las que nos hacen tomar decisiones y elegir nuestro camino. Por eso cada uno de nosotros tenemos nuestra particular manera de vivir y de sentir.
Te propongo que empieces a creer y empezarás a ver posibilidades y pistas que te llevarán a donde quieres. No podrás ver lo que aún no crees que puede ser.
Una gran herramienta para crear tu vida es la visualización creativa: consiste en imaginar lo que queremos conseguir como si ya fuera real. Para ello no basta con que lo veamos mentalmente, es importante sentirlo y ponerle toda la emoción que podamos, como si ya lo hubiéramos conseguido. La explicación es que nuestro cerebro no distingue entre lo que vemos con los ojos y lo que imaginamos con la mente, para nuestra mente es igual de real lo que vemos cómo lo que sentimos. Un ejemplo muy claro es imaginar que tenemos un jugoso limón en la mano, sentimos su piel y su olor, e imaginamos que lo partimos a la mitad y que exprimimos uno de los trozos en nuestra boca sintiendo como nos cae el jugo. Automáticamente nuestra boca empieza a salivar. ¡Nuestra mente se lo ha creído y ha tenido una reacción física!
Esta es la técnica de visualización creativa que aprendí con el Método Silva de Control Mental y que me ayudó a curarme de la bulimia. Sigo haciendo visualizaciones para conseguir lo que me propongo y sentirme como si ya lo hubiera conseguido. “Engaño” a mi mente para que haga “como si” ya fuera real. Esto me acerca a mis metas.
Es la misma técnica que se utiliza algunos deportistas para mejorar el rendimiento, la destreza, los reflejos, la concentración, la confianza y conseguir así mejores resultados.
Esta técnica es muy efectiva para prepararte una entrevista, para hablar en público o para imaginar felizmente resuelta cualquier situación de tu vida.
Cómo hacer la visualización
El mejor momento para visualizar es al despertarte y antes de dormirte.
- 1.Cierra tus ojos y toma 3 o 4 respiraciones profundas y relaja tu cuerpo todo lo que puedas. Puedes hacer un recorrido mental desde la cabeza hasta los pies haciendo que tus músculos se aflojen.
- 2.Cuenta lentamente del 25 al 1, esto te ayudará a relajar tu mente.
- 3.Ahora hazte la imagen mental de lo que quieres conseguir. No te preocupes de cómo lo vas a conseguir, visualiza el resultado final. Ponle todo lujo de detalles y sensaciones, siéntelo como si fuera real. Pasa unos minutos disfrutando de haberlo conseguido
- 4.Cuando quieras volver, mueve poco a poco tu cuerpo y abre tus ojos.
- 5.Repite la visualización cada día, dos veces mejor que una.
- 6.Si no crees que sea posible, no te servirá la visualización.
- 7.Creer es crear, ese es el secreto de que la visualización funcione.
- 8.Si no lo creo no lo veo.
