Hace 10 años nadie hablaba del tema en la Argentina. Ni en la Capital, ni en el interior, en ninguna parte.
Ya se habían dado el caso de María Soledad, en Catamarca y el caso de las hermanas González, en Cipoletti; ambos dejaban entrever fiestas de los hijos de los poderosos que salían a cazar chicas o le eran entregadas, para divertirse con ellas. De alguna manera les quebraban la voluntad y abusaban de ellas. A veces "se les pasaba la mano" y entonces abandonaban sus cuerpos muertos y mutilados para que se tomara algún perejil como culpable. Parecían ser casos aislados o por lo menos silenciados por las comunidades afectadas. Y sobre las víctimas se hacía caer la sombra de la sospecha del "anda saber en que andaba"
Hoy se conocen sustancias de las que han sido víctimas chicas en boliches, porque al despertar vejadas, los peritos policiales las han hallado en sus cuerpos. Son drogas que les vencen los mecanismos conscientes. Muchas de ellas tuvieron "suerte" si se permite el término. Porque fueron sólo víctimas de un episodio aislado, denunciándolo y sometiéndose al protocolo médico de protección contra violaciones, pueden salvarse de contagios y de la posibilidad de embarazos. La violación sexual es uno de los peores delitos. No solamente se abusa de la voluntad de una persona para decidir libremente con quien compartir sus sentimientos, sensaciones y su cuerpo, sino que deja una huella imborrable de miedo, inseguridad, enojo y baja autoestima que afectará el resto de la vida, dicen los entendidos. Hay violaciones que se llevan a cabo bajo el efecto de ciertas drogas, como la conocida como "date rape", la más utilizada sería la flunitracepam, uno de sus nombres comerciales sería el Rohypnol, un anestésico quirúrgico que al mezclarse con el alcohol ocasiona un efecto incapacitante para la víctima, quien no puede defenderse de la agresión sexual. Así se provoca relajación muscular de tal forma que la mujer no se da cuenta de lo que sucede y después se puede olvidar lo sucedido, lo que además protege al agresor.
Pero sabemos que otras han corrido con un destino peor. La situación de violación y abuso se convirtió en una vida de pesadilla, que nunca pensaron pasar. El caso de Marita Verón ha puesto el tema de trata en los medios masivos de comunicación, incluso una ficción "Vidas Robadas" tomó el tema para poder visibilizar el problema. También el cine expuso el tema desde la situación europea actual “Promesas del Este” nos muestra un comercio y explotación de mujeres de la ex Europa Oriental. Hoy son más de 500 mujeres desaparecidas en “democracia”. Nadie habla de ellas. Silencio que mantienen jueces, policías, ciudadanos comunes, maestros, iglesias, defensores de derechos humanos, partidos políticos, vecinos, asistentes sociales, funcionarios. Callan los clientes de los prostíbulos. Porque sin demanda no habría oferta. Sin clientes, no hay prostitución ni trata. Al respecto nuestro sistema jurídico no pena la prostitución; sí, el retener, transportar, acoger, beneficiarse con el trabajo sexual, sea obligado o no. Como profesora de historia podía entender la trata de blancas de fines del siglo XIX; la existencia de "casas de tolerancia", hasta la reglamentación y control sanitario de las "pupilas", en momentos de alta inmigración, mayoritariamente masculina, y épocas de doble moral. La más tristemente célebre red operaba como "Sociedad Varsovia" de Barracas al Sur (Avellaneda), luego llamada Zwi Migdal que actuó desde 1906 al 30. Pero no entendía como puede perdurar ese flagelo en la actualidad. El psicoanalista Juan Carlos Volnovich en un artítulo del libro "Se TRATA de nosotras", explica que no hay un patrón común que encierre al usuario de prostitución. Hay quienes se justifican por su "timidez, temor a las mujeres e inhibiciones"; otros por su "soledad afectiva y su necesidad biológica"; otros por el odio que les quedó como secuela de malas relaciones; otros porque este tipo de relación no les requiere "compromiso, ni responsabilidades" ni los hacen pasar por "un proceso de conquista y seducción" todo termina cuando pagan la tarifa; hay quienes hablan de una insatisfación sexual, aún estando en pareja; hay aquellos que prefieren mantener una mala relación matrimonial por un tema económico y recurrir a la prostitución para sus desahogos; otros que necesitan mostrar dominación, descargar violencia contra una mujer, la prostituta. Como allá lejos en el tiempo, también en esta última década se crearon organizaciones contra el tráfico de personas, y desde 2008 se protegen los derechos de las víctimas de trata y se promueve la lucha contra el tráfico de personas y asistencia a sus víctimas a través de la Ley Nº 26.364, una ley que tipifica como delito la captación, transporte y/o traslado, la acogida o recepción y dominación a través de cualquier medio de personas contra su voluntad tratandose de personas mayores de edad, y aún considera como voluntad viciada en casos de tratarse de menores de edad o en el de vulnerabilidad extrema de la víctima. Sabemos que la pobreza, la corta edad, la ignorancia, la falta de preparación intelectual o profesional, los conflictos o situaciones familiares adversas, la adicción a las drogas, la fantasía de adquirir "facilmente" bienes materiales de lujo o no tanto, pero que un trabajo poco calificado no les permitiría adquirir, la falta de autoestima de algunas niñas, entre otras, pueden ser causas que las ponen en mayor vulnerabilidad para caer en manos de rufianes y redes de trata. Nuestro pintor Antonio Berni realizó toda una serie de collages con un personaje femenino, Ramona Montiel, una muchacha ingenua que cae en falsas promesas de amor de un cafishio. El tango describió un sinfín de historias de muchachas engañadas o que por codicia "cayeron en la mala vida". Los medios masivos de comunicación muestran con naturalidad la cosificación de la mujer, ejemplos de fama rápida, de relativización de valores morales, incluso se trata con liviandad y no se desconocen casos de prostitución vip, que nadie condena. Susana Trimarco, la mamá de Marita Verón, hace no sólo diez años que trabaja para encontrar a su hija, en el camino, ha podido liberar a más de un centenar de chicas víctimas de prostitución y ha visibilizando como operan estos delincuentes. Forman redes que se van intercambiando las chicas, como piezas de ajedrez, las rematan, las van cambiando de zona geográfica, se las cosifican como mercadería. De este delito no se sale facilmente, además de las secuelas físicas y emocionales, les genera adicciones, se las expone a enfermedades. A fines del siglo XIX comienzos del XX algunos clientes "compraban la libertad de algunas chicas", y también existieron partidos políticos, como el socialismo, la misma Iglesia e instituciones que trataron de liberar a víctimas de trata. Otras iban ascendiendo para convertirse en madamas y muchas otras eran/son descartadas, terminan "desaparecidas". Las organizaciones que bregan por la dignificación de la mujer y la equidad de géneros han presentado iniciativas para terminar con esta problemática hace tiempo y, en estos días la sociedad pareció tomar conciencia del tema. Ojalá las instituciones que deben bregar por los derechos de todos, por la defensa de la libertad, de la legalidad, operen para revertir este flagelo social.

Prof. en Historia de Género. Patricia Tatavitto
Fuentes: www.esmas.com Isla, María de las Mercedes y Demarco, Laura (Compiladoras). "Se trata de nosotras: la trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual". 2º ed. Bs. As. Las Juanas Editora. 2009.
Pigna, Felipe. "Mujeres tenían que ser". 3º ed. Bs.As. Planeta. 2011. Material de trabajo en talleres sobre trata de personas con fines de explotación sexual. UFASE (Unidad Fiscal de Asistencia en Secuestros Extorsivos y Trata de Personas) Ministerio Público Fiscal y OM (Oficina de la Mujer) Corte Suprema de Justicia de la Nación.